A la hora de crear una empresa uno de los pasos claves es preparar preparar la escritura de constitución y los estatutos de la sociedad. Junto a determinados aspectos obligatorios que veremos a continuación, es fundamental determinar correctamente las actividades que se van a realizar, lo que se conoce como objeto social de una empresa.
¿Qué es el objeto social?
El objeto social de una empresa es el conjunto de actividades que va a desarrollar la sociedad. El objeto social de una empresa debe ser posible, lícito y determinado. Si no se redacta correctamente, el Registro Mercantil rechazará la inscripción de la escritura, lo que significa que la empresa no estará válidamente constituida. Por ejemplo, hay que tener cuidado con incluir expresiones como «todas las actividades relacionadas con…» o «…,etcétera…» puesto que pueden interpretarse como objeto social no determinado.
Los estatutos sociales son las normas que rigen el funcionamiento de la sociedad y deben contener:
– la denominación o nombre de la sociedad.
– el objeto social, las actividades a las que se va a dedicar la empresa.
– domicilio social.
– capital social, las participaciones o las acciones en que se divida, su valor nominal y su numeración correlativa.
– el modo o modos de organizar la administración de la sociedad, el número de administradores , así como el plazo de duración del cargo y el sistema de retribución, si la tuvieren.
¿Qué actividades se pueden incluir en el objeto social?
En el objeto social de una empresa se pueden incluir múltiples actividades, que no necesariamente pueden estar relacionadas entre sí. Así por ejemplo, una misma empresa puede incluir en su objeto social las actividades de desarrollo de software, formación y promoción inmobiliaria. Es importante señalar que los administradores no pueden representar a la empresa más allá de las actividades que conforman el objeto social, dentro de las funciones del administrador de una sociedad que hemos visto en un post anterior.
Algunas actividades, como por ejemplo las propias del ejercicio de la abogacía o arquitectos, sólo pueden ser realizadas mediante fórmulas societarias bajo la modalidad de la Sociedad Profesional, la cual cuenta con una ley específica. Se trata de aquellas actividades para las que se exige estar colegiado en un colegio profesional: abogados, médicos, arquitectos, procuradores,…
No competencia del administrador respecto del objeto social
Salvo previsión expresa en contrario, los administradores no pueden realizar, directamente o a través de otras sociedades, las mismas actividades que conforman el objeto social. Es muy habitual que sea necesario adoptar soluciones para salvar esa prohibición de competencia, puesto que los emprendedores suelen solicitar tener la posibilidad de tener otros proyectos similares paralelos (los acuerdos de no competencia siempre se pueden regular con más matices de manera privada en un pacto de socios).
¿Cómo modificar el objeto social?
Una vez constituida, para modificar el objeto social de una empresa será necesario modificar los estatutos, lo cual exige un acuerdo de la junta general, elevarlo a público ante notario e inscribirlo en el Registro Mercantil, con los gastos que esto puede conllevar.
Por tanto, queremos señalar la importancia de redactar correctamente el objeto social de una empresa recurriendo si el caso lo exige a asesoramiento especializado. Nosotros, como abogados de empresas especializados en emprendedores y startups nos podemos encargar del proceso de creación de la empresa. Si tienes más dudas a la hora de preparar el objeto social de una empresa puedes solicitar una primera consulta gratis sin compromiso.
* Imagen: Viktor Hanacek. picjumbo.com
Gracias, excelente información, leí
otros artículos al respecto y el del ustedes es claro y directo.
Excelente post! Éxito!